sábado, 24 de mayo de 2014

MUJERES

Pues mañana toca votar... y yo con estos pelos!
Apenas he prestado atención a una campaña de frases huecas dónde lo que menos importa es que nos expliquen para qué nos sirve esa Europa que sólo parece una estafa más de las que tan sobrados estamos.
¿Pero cómo no enterarme de la frase machista de Cañete que ha llenado todos los titulares? Cómo si no fuese obvio que el PP es un partido machista (sirva sólo de mínimo ejemplo la próxima retroley del aborto) y que al PSOE le ocurre lo que a la mayoría de personas en este país, que también son machistas aunque digan o incluso crean que no lo son. Y así siguen discutiendo sobre el machismo o no de los candidatos mientras "nos jugamos" no se qué en el futuro de Europa.
Digo que todos somos algo machistas porque en una sociedad machista y patriarcal nos han educado, así es normal que las mujeres hagan una serie de cosas (organizar una casa, la comida, atender a los críos, ir de compras...) que no se relacionan o muy poco con los hombres.
Muchas veces he comentado alguna frase que me ha ofendido, como mujer, y algunos amigos (no machistas, of course!) me ha mirado o han expresado algo así cómo: ¡ya está aquí la feminista!
Y yo no me considero feminista porque no conozco las múltiples ramas y tendencias que hay en esa lucha y muchas de las que conozco no las comparto. Sí he luchado y sigo haciéndolo por los Derechos Humanos, la Libertad, la Igualdad... y muchos puntos suspensivos dónde cabe pelear porque las mujeres cobren lo mismo que los hombres (y no hasta un 30% menos) o por el derecho de los hombres a disfrutar su paternidad o compartir la custodia de los hijos.
No voy a entrar en cosas obvias cómo ¿cuántas mujeres presiden gobiernos o empresas? pero aunque también sea obvio, me cansa que no hablen del terno azul marino del rey o de la corbata del presi pero sí de cómo viste la ministra, si su modelo es adecuado, si ha elegido bien los zapatos, si esté guapa...
Aquí van algunas joyitas que me han dicho en mi largo historial como paciente. Médicos, claro! y no dudo de sus buenas intenciones pero... manda ovarios!
Cuándo estaban poniéndome mi primera prótesis y yo intentaba asumir como iba a caminar y cómo iba a ser mi vida:
- No te preocupes, eres muy guapa y vas a casarte y tener hijos... o cómo me llamó algún médico joven: "Miss Prótesis"
Claro que un día se me hincharon las narices y mi vena punkarra me hizo responder algo como " Mire, que yo sepa tengo los ovarios perfectamente, aquí de lo se trata es de caminar"
Pero no tengo que remontarme a los ochenta, hace poco un buen Endocrino me despidió de su consulta diciéndome: es usted muy guapa y tiene un buen software, así que todo va a ir bien.
No se concibe un "piropo" similar de una doctora a su paciente pureta, por muy buenorro que esté, no?
Joyitas de éstas y no sólo de médicos, tengo una antología... pero mejor lo dejo para otro día que tengo que pensar en la UE.


Mientras no hemos solucionado cuestiones tan básicas como la igualdad entre personas veo muy difícil, como persona libertaria que soy, creer en que Europa y mi voto sean la solución.


Y hoy no quiero evitar poner una frase de Rosa Luxemburg que ayer me recordó un amigo en feisbu y comparto plenamente porque sigue siendo válida más de 90 años después


Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres


La Caoba. Colección particular V.J. 2010.


Cada cuarto de hora necias palabras de tul viajan por el cloro de la piscina


Mordaza. Xilografía y Chine Collé. 2010

sábado, 17 de mayo de 2014

Talleres

Sanatorios, hospitales, clínicas... talleres de reparación de personas. Siempre con algo de siniestro, tanto en el sentido automovilístico y siguen las similitudes, como en el infausto. Parecen salvarse las maternidades aunque también allí los felices alumbramientos de nuevas personitas puedan terminar en tragedia. Y mejor no hablar de geriátricos, manicomios...
Y si vamos al hospital a que te quiten el dolor de tripita, a que te pongan una rodilla nueva, a que te extraigan un maldito tumor... ¿por qué son lugares tan desagradables si sólo pretenden curarnos?.
Yo que soy poco pusilánime y que estoy acostumbrada a esos talleres me sigo sintiendo como en el colegio de las monjas... hay que obedecer y hacerte la sumisa y siempre esperar tener la gran suerte de encontrarte con personal amable y simpático, que los hay y muchos. Pero también existen los trabajadores con muy mala follá que convierten tu vulnerabilidad en un auténtico suplicio. Mil gracias a los primeros y que les den (que se las darán) a los segundos.
Creo que el problemas principal se parece a lo que ocurre con la Astrofisica y la Física Cuántica: nunca llegan a encontrarse, a encajar. Así el médico que es especialista en rodillas le dices, rápido y de pasada, que no puedes dormir y se limita a darte un Lexatin. ¿Por qué la ciencia médica no sabe aunar la parte física y la espiritual? ¿Quién decidió que eran cosas aparte y separadas?.
En fin, el tema da para mucho pero yo sólo quería dar vítores porque tengo una rodilla nueva y espero dejar la muleta y los dolores por una larga temporada. No voy a bailar como Ginger, y menos aún como Fred, pero algún meneíto ya me daré y haré con más gusto todavía eso que se me da tan bien: disfrutar la vida.

Amigas, amigos (ya sabéis quienes sois): GRACIAS CON EL CORAZÓN por estar ahí y por todo lo que me habéis ayudado. Sin vosotras mi operación sí hubiese sido posible, todavía funcionan algunos servicios sociales, pero todo hubiera sido muchísimo más difícil y doloroso. 


Eufóricos brotes verdes bajan por la gomita del gotero


Hospital de san Rafael. Dibujo a lápiz. 15-5-2014

viernes, 2 de mayo de 2014

All that jazz

¿A quién no le gusta cantar? ¿A quién no le gusta la música?
Me recuerdo cantando... siempre.
De pequeña cogía la cuerda de la comba para hacer de micro y cantar a Francoise Hardy, France Gall y hasta por Karina!
En mis idas y venidas de Madrid a Murcia ponía en el cd del coche a Camarón, muy alto para no oírme yo, y no paraba de cantar por bulerías o soleás hasta que llegaba a mi destino afónica.
Hace un par de años me apunté a un curso de iniciación de voz donde conocí a Merche Corisco, cantante a la que admiro y no sólo por ser ahora mi amiga. Merche me trasmitió su alegría, su técnica, su entusiasmo y la posibilidad de cantar aunque no tengas una gran voz. Entiéndase por una gran voz esa con un timbre que te emociona, clara, con un gran registro... Yo soy contralto y gracias. Así que tras mucho dudar me matrículé en la Escuela de Jazz de Cádiz. El jazz es algo... complicado, lo dejo ahí.
La otra noche tuvimos en el bar Cambalache, mítico local con enorme tradición jazzistica, la fiesta de fin de curso o "guerra de los combos" donde actuamos los cinco grupos de la escuela.
Soy puro nervio aunque dé una imagen de serenidad y seguridad que no sé de dónde sale, pura fachada!
Creo que empecé a sudar, sólo la cabeza ¿será porque tengo mucho pelo?, durante el último ensayo con el grupo (dos guitarras, piano, saxo, trompeta y batería) y continúe durante la tapita de antes de ir al Camba, después de actuar ya me "sequé". Si, ha empezado el calor, pero yo sabía que sudaba de nervios, de inseguridad, de miedo de no hacerlo bien, de que no me saliera la voz y hasta de tropezar y caerme. Ya, miedo escénico, pánico en mi caso y lo que menos me importaba, aunque también, era tener el pelo empapado.
Por fin llegó el momento: el Camba estaba a rebosar, las amigas me jaleaban y me daba más vergüenza, el profe nos presentó y mientras el grupo empezaba con una instrumental yo intentaba serenarme... canté Fascinating rhythm, Long ago and far away una dulce balada que fue la que me salió mejor y Drum Boogie, y terminamos con otra instrumental. Aplausos, felicitaciones... ya sé los fallos que tuve... pero me sentía tan bien, tan feliz.
Luego vinieron, las copas (no me había atrevido a tomarme más de dos cañas), los porros, los comentarios y opiniones... para mí era haber superado un reto y sobre todo haber realizado un sueño.
De madrugada me senté en mi terraza a oscuras, viendo las estrellas, escuchando el mar...
Me acordé de la típica pregunta chorra que muchas veces nos hacemos entre amigos: ¿que deseo le pedirías a la lámpara de Aladino? tener una buena voz era siempre mi respuesta, aunque alguno protestase porque tenían que ser cosas materiales.
Está claro que mi voz es la que es pero como decía la balada que canté "Aladdin's lamp is mine" y yo había conseguido mi deseo.





Sin título. Acrílico sobre lienzo

El sólo de saxo se desliza por el meridiano de la noche