viernes, 2 de mayo de 2014

All that jazz

¿A quién no le gusta cantar? ¿A quién no le gusta la música?
Me recuerdo cantando... siempre.
De pequeña cogía la cuerda de la comba para hacer de micro y cantar a Francoise Hardy, France Gall y hasta por Karina!
En mis idas y venidas de Madrid a Murcia ponía en el cd del coche a Camarón, muy alto para no oírme yo, y no paraba de cantar por bulerías o soleás hasta que llegaba a mi destino afónica.
Hace un par de años me apunté a un curso de iniciación de voz donde conocí a Merche Corisco, cantante a la que admiro y no sólo por ser ahora mi amiga. Merche me trasmitió su alegría, su técnica, su entusiasmo y la posibilidad de cantar aunque no tengas una gran voz. Entiéndase por una gran voz esa con un timbre que te emociona, clara, con un gran registro... Yo soy contralto y gracias. Así que tras mucho dudar me matrículé en la Escuela de Jazz de Cádiz. El jazz es algo... complicado, lo dejo ahí.
La otra noche tuvimos en el bar Cambalache, mítico local con enorme tradición jazzistica, la fiesta de fin de curso o "guerra de los combos" donde actuamos los cinco grupos de la escuela.
Soy puro nervio aunque dé una imagen de serenidad y seguridad que no sé de dónde sale, pura fachada!
Creo que empecé a sudar, sólo la cabeza ¿será porque tengo mucho pelo?, durante el último ensayo con el grupo (dos guitarras, piano, saxo, trompeta y batería) y continúe durante la tapita de antes de ir al Camba, después de actuar ya me "sequé". Si, ha empezado el calor, pero yo sabía que sudaba de nervios, de inseguridad, de miedo de no hacerlo bien, de que no me saliera la voz y hasta de tropezar y caerme. Ya, miedo escénico, pánico en mi caso y lo que menos me importaba, aunque también, era tener el pelo empapado.
Por fin llegó el momento: el Camba estaba a rebosar, las amigas me jaleaban y me daba más vergüenza, el profe nos presentó y mientras el grupo empezaba con una instrumental yo intentaba serenarme... canté Fascinating rhythm, Long ago and far away una dulce balada que fue la que me salió mejor y Drum Boogie, y terminamos con otra instrumental. Aplausos, felicitaciones... ya sé los fallos que tuve... pero me sentía tan bien, tan feliz.
Luego vinieron, las copas (no me había atrevido a tomarme más de dos cañas), los porros, los comentarios y opiniones... para mí era haber superado un reto y sobre todo haber realizado un sueño.
De madrugada me senté en mi terraza a oscuras, viendo las estrellas, escuchando el mar...
Me acordé de la típica pregunta chorra que muchas veces nos hacemos entre amigos: ¿que deseo le pedirías a la lámpara de Aladino? tener una buena voz era siempre mi respuesta, aunque alguno protestase porque tenían que ser cosas materiales.
Está claro que mi voz es la que es pero como decía la balada que canté "Aladdin's lamp is mine" y yo había conseguido mi deseo.





Sin título. Acrílico sobre lienzo

El sólo de saxo se desliza por el meridiano de la noche

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